En el mundo empresarial actual, donde cada minuto de actividad cuenta, garantizar un suministro eléctrico constante es esencial. Los Sistemas de Alimentación Ininterrumpida (SAI) son herramientas clave para proteger los equipos y mantener las operaciones en marcha durante cortes eléctricos. Sin embargo, elegir el SAI adecuado no es una tarea sencilla. Este artículo te ayudará a saber cómo elegir el SAI perfecto.
1. Comprender las necesidades energéticas de tu empresa
El primer paso para elegir un SAI adecuado es calcular la carga total que necesitas respaldar. Haz un inventario de los equipos críticos, como servidores, computadoras, routers y otros dispositivos esenciales. Suma el consumo energético de cada uno para determinar la capacidad mínima que tu SAI debe soportar. Este dato se mide en vatios o VA (Voltios-Amperios).
Tip Enervia: Asegúrate de agregar un margen de seguridad del 20-30% para futuros aumentos de carga.
2. Determina el tiempo de autonomía necesario
El tiempo de autonomía se refiere al período que el SAI puede mantener los equipos funcionando tras un corte eléctrico. Para elegir el SAI perfecto, piensa en cuánto tiempo necesitas para guardar datos, cerrar operaciones de manera segura o activar un generador de respaldo. Algunos SAIs ofrecen minutos, mientras que otros pueden proporcionar varias horas.
Ejemplo: Un negocio que utiliza servidores críticos puede requerir un SAI con al menos 20 minutos de autonomía para evitar pérdida de datos.
3. Tipo de SAI: ¿Interactivo, online o standby?
- SAI Standby: Ideal para pequeños equipos y oficinas, ya que protege contra cortes breves y picos de energía.
- SAI Interactivo: Recomendado para negocios medianos con un consumo eléctrico moderado. Protege contra cortes y variaciones de voltaje.
- SAI Online: Perfecto para empresas que no pueden permitirse interrupciones, como data centers o clínicas. Ofrecen una protección continua y estable.
4. Espacio y ubicación del SAI
Considera dónde instalarás el SAI. Los modelos más grandes requieren un espacio dedicado y buena ventilación. Evalúa si un modelo modular puede ser más práctico para adaptarse al espacio disponible y a las necesidades futuras de expansión.
Nota: Nunca instales un SAI en lugares húmedos o expuestos al calor excesivo, ya que esto puede reducir su vida útil.
5. Opciones de conectividad y monitoreo
Los SAIs modernos permiten monitorear su estado en tiempo real a través de software o aplicaciones móviles. Esta funcionalidad es crucial para recibir alertas de mantenimiento, analizar el rendimiento y garantizar que el equipo funcione de manera óptima.
6. Costo vs. Valor a largo plazo
El precio de un SAI varía según su capacidad, tipo y marca. Sin embargo, es fundamental evaluar el costo como una inversión en la continuidad operativa. Un SAI barato pero inadecuado puede poner en riesgo tu infraestructura y generar costos mayores por interrupciones.